Entrevista a D. José Alejandro Aguilar Abad
Hermano Mayor de la Hermandad de la Amargura
Jerez de la Frontera
Nombre completo, apellidos y cargo en la Hermandad.
José Alejandro Aguilar Abad, Hermano Mayor.
En circunstancias normales sin pandemia, ¿Qué estaría haciendo usted, hoy “Miércoles Santo”, desde que se levanta, hasta que se acuesta?
Un Miércoles Santo, siempre comienza para mi en la noche del Martes Santo. Tradicionalmente, esa noche se procede al exorno floral de ambos pasos y los últimos detalles. Casi como en un ritual, son muchos los hermanos que van llegando, una vez disfrutado de las distintas Hermandades del Martes. Es una especie de turno de vela improvisado, de confesiones y silencios ante nuestros Amados Titulares.
Ya por la mañana, es mirar al “Cielo”, físicamente (para ver si no hay nubes), y espiritualmente al recordar a los que ya no están en este día. Es un día de nervios y ajetreos. Por mi trabajo, nunca llego tranquilo a esta jornada. La mañana pasa en la Iglesia, atendiendo a las personas y autoridades que suelen rendir visita a nuestros Titulares. A las 12, en una de las más bonitas celebraciones de la Santa Misa, nos preparamos para la Estación de Penitencia, recibiendo al Señor en la Eucaristía. Mañana de reencuentros y momentos. Cuando era costalero, recoger los relevos.
Preparativos de última hora. Risas y abrazos. Y para mi uno de los momentos mas íntimos, cuando cerramos las puertas de nuestra Parroquia y solo quedamos pocos para dejar preparada la inminente salida. Algunas veces, me he subido al paso de misterio a encender los candelabros de guardabrisa. Ese momento, cara a cara con Él, pasan muchas cosas ante su Presencia. Me siento testigo de excepción del momento en que lo flagelan y culpable de su castigo. Una vez todo preparado, me dirijo a casa a almorzar rápidamente. Y viene otro momento especial para mi. Llega el momento en el que tanto mis hijos como yo, nos revestimos del Santo Hábito Nazareno. Las túnicas planchadas y colgadas de perchas en la puerta del salón esperan para envolvernos del blanco de la sarga y el azul del terciopelo. Y salir todos juntos de casa en dirección a la Parroquia, entrar por la puerta del Azulejo y dirigirnos todos juntos a hacer un momento de oración ante el Señor Flagelado y su Bendita Madre de la Amargura.
Comienza a llenarse la iglesia y un mar blanco jalonado de azul, inunda todo. Y ya durante la Estación de Penitencia, son muchas vivencias y momentos distintos, llenos de emoción. Me encanta ver las caras de los más pequeños asombrados ante el tamaño de los pasos. La emoción de los más mayores reviviendo sus recuerdos de antaño. Miles de oraciones y peticiones. De acción de gracias y promesas. Casi sin darme cuenta va pasando el tiempo y avanzando los metros. Me impresiona el ver el cortejo de nazarenos tomando en su totalidad la longitud de la Calle Medina. Calle Naranjas, la calle del milagro. Saetas y plegarias al paso del Señor y la Madre de Dios. Barrio de San Pedro, Estrecheces y gran trabajo costalero. Carrera Oficial entre palcos y naranjos. Volver a los orígenes en la entrada a la Santa Iglesia Catedral, pues allí nos fundamos. La subida hacia la Plaza Monti y Plaza del Arenal, de “revirás” eternas al son de “Campanilleros”. La Corredera que prepara el momento culmen de la Plaza de las Angustias, donde se hace el silencio y el Señor se posa ante la Señora de las Angustias a las puertas del Humilladero. Y llega la hora en que se para el tiempo. Font de Anta se hace presente y como si desde el mismo cielo dirigiera a los músicos, se interpreta su marcha “Amarguras”, creando uno de los momentos más bellos de toda la Semana Santa jerezana. Solo se escucha el sonido de los varales al entrechocar con las bambalinas del palio, en una sinfonía musical, como si viniese estipulado en la partitura. Y Ella lo llena todo. Ella es el centro de todas las miradas y hasta los pájaros que dormitan en las ramas de los árboles de la plaza callan. Y a partir de ahí, para mi todo pasa rápidamente, deseando que no termine. Y casi sin darme cuenta, me veo de nuevo en Los Descalzos, rodeado de hermanos con la cara cansada, pero henchidos del Señor y su Madre. Satisfechos de haber terminado su Estación de Penitencia. La emoción nos cubre al ver como se cierran las puertas y nos dirigimos a Ella con la Salve. Poco a poco se va vaciando la Iglesia y vamos quedando menos. Todos cansados y contentos, haciendo las cuentas de días que quedan para el próximo Miércoles Santo.
Primera marcha que le gustaría que sonase tras él y por qué:
La primera marcha que suena tras Él no es de cornetas y tambores. Se trata de “Nuestro Padre Jesús”.
Es una marcha que se le toca desde hace muchos años al momento de la salida y que me transporta a
tiempos pasados y recuerdos imborrables. Ya de cornetas y tambores, me gusta cualquiera de la
marchas dedicadas al Señor, compuestas expresamente para Él.
Proyectos que se podrían haber estrenado en Semana Santa del año pasado o del actual:
En la actualidad estamos inmersos en la restauración del paso de misterio en su totalidad. En
condiciones normales se habría avanzado bastante en esta obra, si bien este año podremos contemplar
los trabajos culminados de la primera fase.
¿Vinculación a la banda? Desde cuándo y cómo son las relaciones actualmente.
Con la Banda este año se trataba de un reencuentro, ya que es una vuelta a acompañar el caminar del Señor. Son unas magníficas relaciones, con ganas por ambas partes de acogida, buscando la forma de complementarse y con la ilusión como punto en común.
¿Cómo vas a vivir esta Semana Santa? ¿Y el Miércoles Santo?
Este año hay que ver siempre lo positivo. Poder reencontrarnos físicamente y participar de los cultos y celebraciones en la Parroquia ante nuestros Titulares. El año pasado solo se pudo seguir a través de la televisión. No podremos salir a la calle como a los cofrades nos gusta, pero tenemos que aprovechar la ocasión para profundizar en el Misterio de nuestra Fe. Quizás sin el bullicio de la calle podamos centrarnos en la Pasión y Muerte del Señor, con una participación activa en el Triduo Pascual y con el gozo de la celebración de la Resurrección Triunfal del Señor.
¿En qué momento se encontraba la Hermandad antes de la pandemia? ¿Y ahora?
En el seno de la Hermandad tras la Semana Santa del 2019, en la que tuvimos que volvernos por las circunstancias meteorológicas, se estaba gestando un grupo humano con mucha ilusión. Afrontamos la Feria del Caballo trabajando la caseta de la Hermandad, donde ese grupo dio un paso al frente tanto en los montajes como en las tareas propias de esa semana, en la que conseguimos trasladar la Casa de Hermandad al “González Hontoria”. Se pudo comprobar en el Cabildo Extraordinario , el espaldarazo definitivo que dio lugar al comienzo de los trabajos del paso de misterio. El mes de noviembre de 2019 fue memorable, ya que todos los viernes del mes, la Casa de Hermandad se llenaba de hermanos para el ensayo del coro de villancicos y la preparación de la zambomba que celebramos en el mes de diciembre. Para la Cuaresma del 2020 se seguía con unas ganas enormes de estar juntos y seguir contagiando a más hermanos. Por desgracia, todo se ha visto truncado por esta pandemia. Aunque poco a poco se van viendo de nuevo que esos lazos se vuelven a unir, según se puede ir avanzando en los encuentros, con ilusiones renovadas y la ilusión por bandera.
¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando tengan de nuevo a vuestros titulares en la
calle?
Es un momento que no se lo que puede pasar. Serán muchas emociones contenidas. Sobre todo será un darles las gracias por llegar a ese momento con salud, tanto propia como de los que me rodean. Pedirles por los que están sufriendo o han sufrido.
El momento que nunca vas a olvidar con el Señor es:
Los momentos que nunca voy a olvidar con el Señor y con su Bendita Madre, son muchos, afortunadamente. Pero sobre todo me quedo los que estoy viviendo actualmente. Tengo la suerte de poder vivirlos junto a mi padre y mis hijos, sobre todo uno de ellos. Tres generaciones juntas, a los pies de Ellos. Viendo que la semilla germina y el amor hacia Cristo Flagelado y María Santísima de la Amargura se extiende generación tras generación.
Económicamente hablando, son tiempos muy duros, ¿cómo se consigue seguir adelante y motivar a los fieles para que sigan abonando al menos su cuota de hermano?
Son tiempos difíciles, en los que no podemos exigir, dadas las circunstancias que estamos viviendo.
Pedimos la colaboración de todos. Hay hermanos que no pueden abonar la cuota y lo dicen
abiertamente. Lógicamente tenemos que ayudarles en ese sentido y no ser una carga mas. Aunque hay hermanos que dan verdaderas muestras de compromiso y cariño hacia su Hermandad. Los hay que pese a las dificultades dan ejemplo, buscando la manera de abonarlo aunque sea poco a poco y eso dice mucho de ellos.
¿Ha estado a solas alguna vez con el Señor? ¿Qué siente en la intimidad cuando se muestra frente a Él?
He tenido esa dicha en muchas ocasiones. Es algo muy especial. Tiene una mirada que te traspasa.
Dulce. Ofreciéndose al vil castigo de los azotes. Infinita Misericordia. Amor ilimitado. Consuelo del hombre. Ante Él, no hace falta hablar. El silencio lo dice todo. No se explicar con palabras el cúmulo de sensaciones.
Defina a su Hermandad en pocas palabras:
Familia Amargurista. Es una familia y como todas las familias tiene las vicisitudes propias.
Lo que más le gusta del recorrido de su Hermandad es:
Son varios puntos. Personalmente me encanta la Calle Naranjas y la Plaza de las Angustias.
Y lo que menos:
Quizás el recorrido de vuelta desde la salida de la Catedral hasta la Plaza del Arenal. En este punto va un poco desordenado el cortejo.
Un minitest rápido de preguntas de nuestra banda y su repertorio:
- Marcha clásica que más le gusta:
Réquiem.
- Marcha propia que más le gusta:
El Pretorio.
- Marcha del estilo de Tres Caídas que más le gusta:
La Pasión.
- Una marcha que no tengamos que le gustaría escuchar tras su titular:
Lux Aeterna.
- Momento recordado con cariño junto a nosotros:
Los que van a llegar.
- Un solo de corneta:
Silencio Blanco.
- Una parte de una marcha:
El comienzo de “Medea” al ir incorporándose las distintas cuerdas de la banda.
- Una calle única cuando pasa su Hermandad.
Calle Naranjas – Patricio Garvey.
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