El pasado miércoles 5 de Junio, Día Nacional del Donante de Órganos, tuvo lugar en el Hospital Universitario "Virgen del Rocío" de Sevilla un acto organizado por el mismo Hospital, así como la Coordinación Sectorial de Trasplantes de Sevilla-Huelva y diversas Asociaciones, en el que se reconoció la labor desempeñada por algunas empresas, asociaciones y personas en pos de la donación de órganos.
En dicho acto, la marcha “Lágrimas de Vida” del compositor utrerano Benjamín Monje, incluida en el último trabajo discográfico de la Banda de Cornetas y Tambores "Vera+Cruz" de Utrera, titulado “La muerte… no es el final”, obtuvo un reconocimiento por parte de la Coordinación Sectorial de Trasplantes de Sevilla-Huelva.En palabras del director musical de la formación: "En el momento de la foto pensé en todos mis compañeros, sin los cuales este mensaje no se habría lanzado; sin los cuales, “Lágrimas de Vida” se habría quedado solo en el papel y no habría adoptado esa forma física que nos hace sentir a todos nosotros más humanos y más cercanos de todo aquel que no goza del privilegio de la salud. Gracias a la campaña de concienciación social que iniciamos en nuestro XXX Aniversario de la mano de nuestra madrina Susana Herrara y del inconmensurable Dr. Pérez Bernal, podemos ayudar a transformar Lágrimas de dolor por la muerte, en Vida".
La madrina de la banda decía: “Doy MÁS que GRACIAS A TODOS; Multiplicáis la Vida dando lo que tenéis, unos con la música, otros con el fútbol, otros hablando o escribiendo..., pero personalmente ha habido una pieza clave en mi historia; el Doctor Bernal, que ha sido mi motor durante todos estos años y mi mensaje de hoy, como madre de donante, es destacar la Humanidad por encima de la profesionalidad, especialmente en momentos tan duros como para decidir algo tan sagrado como es una donación de órganos de alguien que se te va. Humanicemos la Salud, humanicemos la propia Vida, porque detrás hay mucho en juego. Gracias también a esta Coordinadora que supo responder como hay que hacerlo, con corazón por encima de la razón. Gracias a ellos pregono mi dolor, que es solo mío, hasta el día que me reúna de nuevo con mi pequeño, pero si sirve decirlo al mundo por el bien de otro, me merece la pena. Si en algún momento se compromete alguien diciendo un SI a la Vida, me merece la pena”.
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